Cada día enfrentas diversas amenazas, ya sea debido a condiciones naturales, decisiones equivocadas que tomas en tu camino o malas conductas de las personas que te rodean, las cuales pueden perjudicarte.
Por esta razón, siempre necesitarás la protección divina, la cual puedes solicitar a través de tus oraciones, siempre y cuando las realices con fe y devoción.
Para ello, puedes encomendarte a la Virgen de las Mercedes, también conocida como Virgen de la Misericordia, quien te brindará el amparo que tanto necesitas.
La Virgen de las Mercedes es venerada tanto en Europa como en América y es considerada patrona de los reclusos y de las causas perdidas. Se le atribuyen numerosos milagros y apariciones en estas regiones del mundo, lo cual la convierte en la intercesora adecuada para asistirte en tus nobles propósitos. Su festividad se celebra el 24 de septiembre.
Contenido
- 1 Oración a la Virgen de las Mercedes
- 2 Virgen de las Mercedes
- 3 Novena a la Virgen de Las Mercedes
- 3.1 Primer Día: Confianza en María de las Mercedes
- 3.2 Segundo Día: María, Refugio de los Pecadores
- 3.3 Tercer Día: María, Consuelo de los Afligidos
- 3.4 Cuarto Día: María, Ayuda de los Cristianos
- 3.5 Quinto Día: María, Madre de la Misericordia
- 3.6 Sexto Día: María, Reina de la Paz
- 3.7 Séptimo Día: María, Estrella del Mar
- 3.8 Octavo Día: María, Madre de la Divina Gracia
- 3.9 Noveno Día: María, Reina de los Cielos y la Tierra
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- 3.11 Comparte esta entrada:
Oración a la Virgen de las Mercedes
«Oh Santísima Virgen de las Mercedes, Redentora de los cautivos y
Soberana de los cielos y la tierra. Nos postramos humildemente ante tu altar en busca de tu
ayuda y buscando tu maternal bendición. No nos abandones, te rogamos.
Intercede por nosotros ante el Señor y continúa ejerciendo tu papel como nuestra Patrona y defensora.
Ponemos toda nuestra confianza en Jesucristo y en tu amorosa protección,
que en innumerables ocasiones nos ha liberado del mal.
Escucha nuestras peticiones y atiende nuestras necesidades.
Amén».
Oración a la Virgen de las Mercedes para protección
«Gloriosa y Santísima Virgen María de las Mercedes, soberana y madre de Dios, Reina
celestial y protectora de los desamparados y cautivos, recurro a tu divina protección para que mi
alma se regocije en tu poder y elevación. Reconociendo mi indignidad y los reproches que he
merecido por mis pecados, me refugio bajo tu amparo.
Oh, amada Virgen mía, acógeme bajo tu manto y cuida de mí y de mis seres queridos.
Protégenos de los peligros y enemigos que puedan amenazarnos.
Que mi corazón se rinda en una devota contemplación y reconocimiento de las leyes divinas
que guían nuestro camino hacia la vida eterna.
Amén».
Oración a la Virgen de las Mercedes para la liberación de un preso
«Dulcísima y Bienaventurada Virgen María de las Mercedes, Madre amorosa de Dios, Radiante estrella del mar y protectora luna, Elegida como el sol, escucha nuestros ruegos, Oh Señora.
Tú, que desde los cielos siempre has sido benigna y compasiva, Atendiendo los lamentos de los tristes cautivos, Que se arrepienten de sus faltas y sufren en prisión.
A través de tu orden de redentores, Por el profundo ardor de tu caridad, Por tus santas entrañas en las que Dios encarnó Para nuestro remedio y salvación, Te pedimos, dulcísima María, Que les brindes consuelo y protección, Y ruegues a Dios por el perdón de sus pecados Y una pronta liberación, Para que puedan reintegrarse Y llevar una vida honesta y digna, Junto a sus seres queridos.
Especialmente te pido por:
(Decir el nombre de la persona)
Cúbrelo bajo tu amparo, Madre protectora, Y no olvides a aquellos que sufren En la tristeza y soledad.
Amén».
Oración para una petición difícil
Santa María de Las Mercedes, Madre de Dios y Madre nuestra, venimos ante ti con corazones abiertos y espíritus humildes. Tú, la que eres refugio de los pecadores y consuelo de los afligidos, escucha nuestra súplica en este momento de tribulación.
Ante ti presentamos esta petición difícil, [menciona tu petición aquí], sabiendo que tu amor maternal siempre nos acoge, y en tu gran misericordia siempre nos escuchas. Concede a nuestros corazones el valor para enfrentar esta situación, la sabiduría para entenderla y la fortaleza para superarla.
Santa María de Las Mercedes, intercede por nosotros ante tu amado Hijo, Jesucristo. Pídele que nos conceda las gracias necesarias para resolver esta petición. Que, siguiendo tu ejemplo de fe inquebrantable, podamos confiar siempre en la bondad divina y en el plan que Dios tiene para nuestras vidas.
Te rogamos que nos acompañes en este camino difícil, ilumina nuestras decisiones y alivia nuestras cargas. Protégenos bajo tu manto de amor y paz, y déjanos sentir la presencia reconfortante de Dios en nuestras vidas.
Te pedimos esto, confiando en tu intercesión y en la promesa de Dios de que todas las cosas trabajan para bien para aquellos que lo aman.
Santa María de Las Mercedes, reina de la paz y de la misericordia, ruega por nosotros. Amen.
Oración a la Virgen de la Merced Obatalá
Madre Purísima, Virgen de la Merced Obatalá, poseedora de omnipotencia y guardiana de los encarcelados, de las batallas no triunfantes. Admirable progenitora de Jesús, el Soberano de Soberanos, dulce y generosa Madre de todos nosotros, brillante luz que adorna los cielos y los océanos, imploro que escuches mis plegarias.
Tú, quien con tu benevolencia celestial proteges a los desvalidos, nos has brindado siempre el sostén necesario para aquellos que nos lamentamos de nuestras transgresiones. Por medio de tus enseñanzas sagradas, te solicito con humildad y remordimiento en mi corazón, amable María, otorga fortaleza y absolución a tus hijos que más lo necesitamos.
Espero que mediante tu intercesión sagrada puedas conseguir que (menciona el nombre de la persona que requiere la ayuda) retome prontamente su equilibrio mental, para que pueda continuar por las vías de las santas lecciones que nos has transmitido. Suplico que alivies su inquietud y sufrimiento, permite que tu sagrada presencia le brinde compañía en este momento de adversidad que está enfrentando.
Cúbrelo con tu protección para que con tu cariño pueda superar el dolor y las tribulaciones. Virgen santificada, te ruego que resguardes mis anhelos y puedas atender a las súplicas que con temor y reverencia te dirijo. Yo invoco tu nombre, Santísima Virgen de la Merced Obatalá. Amén.
Oración por la salud
Santa María de Las Mercedes, Madre bondadosa y refugio de los afligidos, venimos ante ti buscando tu intercesión y tu amparo. Tú, que siempre tienes un oído atento a nuestras suplicas, escucha nuestra oración por la salud.
Hoy presentamos ante ti a [menciona el nombre de la persona por quien estás orando], que se encuentra enfrentando dificultades en su salud. Sabemos que tu amor maternal y tu infinita bondad nos acogen en cada momento, por lo que te pedimos que intercedas por su bienestar.
Dulce Virgen de Las Mercedes, ruega por [nombre de la persona], pide a tu amado Hijo, Jesucristo, que le conceda la salud y la fortaleza que tanto necesita en este momento. Que a través de tu intercesión, pueda sentir la sanación divina en su cuerpo y espíritu, y que su fe y esperanza se fortalezcan en medio de esta prueba.
Ilumina a los médicos y a todos los que le atienden con sabiduría y discernimiento, para que puedan encontrar el mejor camino hacia su recuperación. Ofrece a su familia y amigos la paciencia y el amor necesarios para acompañarlo en este camino.
Santa María de Las Mercedes, te pedimos que le otorgues a [nombre de la persona] tu amor y protección, que alivies su sufrimiento y le des la fortaleza para superar esta etapa de su vida. Haz que sienta tu presencia amorosa en cada paso de su camino y que a través de tu intercesión divina, encuentre la sanación y la paz que tanto busca.
Por Jesucristo, nuestro Señor, a quien junto al Padre y al Espíritu Santo sea la gloria y la honra, ahora y siempre. Amen.
Virgen de las Mercedes
El 24 de septiembre se conmemora la festividad de la Virgen de la Merced, cuyo nombre significa «misericordia». Esta advocación se remonta al siglo XIII, cuando la Virgen se apareció a San Pedro Nolasco y lo animó a continuar liberando a los cristianos esclavizados.
En aquella época, los moros saqueaban las costas y llevaban consigo a los cristianos como esclavos hacia África. En medio de esta terrible situación, muchos perdían la fe al creer que Dios los había abandonado.
Pedro Nolasco, al presenciar esta tragedia, vendió incluso su propio patrimonio para rescatar a los cautivos. Además, formó un grupo con el fin de organizar expediciones y negociar redenciones. Sin embargo, cuando el dinero se agotó, recurrieron a la caridad. Aun así, las ayudas también se acabaron.
Fue entonces cuando Nolasco clamó a Dios en busca de ayuda. Como respuesta, la Virgen se le apareció y le pidió que fundara una congregación para redimir a los cautivos.
Nolasco, sorprendido, preguntó: «¡Oh Virgen María, madre de gracia, madre de misericordia! ¿Quién podrá creer que me estás encomendando esto?»
María respondió diciendo: «No dudes en absoluto, porque es la voluntad de Dios que se funde una orden en mi honor. Será una orden cuyos hermanos y miembros profesos, siguiendo el ejemplo de mi hijo Jesucristo, estarán dispuestos a la ruina y redención de muchos en Israel, es decir, entre los cristianos. Serán un signo de contradicción para muchos».
Motivado por este deseo, se estableció la Orden de los Mercedarios el 10 de agosto de 1218 en Barcelona, España, y San Pedro Nolasco fue designado como Superior General por el Papa Gregorio IX.
Además de los votos de pobreza, castidad y obediencia, los miembros de la orden asumieron un cuarto voto en el que se comprometían a dedicar su vida a liberar esclavos y a quedarse en lugar de un cautivo que estuviera en peligro de perder la fe, cuando el dinero no alcanzara para su rescate.
Posteriormente, en 1696, el Papa Inocencio XII estableció el 24 de septiembre como la Fiesta de la Virgen de la Merced en toda la Iglesia.
Cuando los frailes mercedarios llegaron a América, llevaron consigo la devoción a la Virgen de la Merced, la cual se difundió en países como República Dominicana, Perú, Ecuador, Argentina y muchos otros, donde es ampliamente conocida y amada.
Novena a la Virgen de Las Mercedes
Nos disponemos a iniciar una novena a la Virgen María, bajo su advocación de Las Mercedes, en busca de su intercesión divina y su protección. Durante los próximos nueve días, nos dedicaremos a la oración y la reflexión, meditando en las diversas virtudes y roles de María, que es para nosotros un modelo de fe, esperanza y caridad.
Cada día de esta novena tiene un tema específico que nos ayudará a profundizar en nuestra relación con la Virgen María y, a través de ella, con su divino Hijo, Jesucristo. Reflexionaremos sobre la confianza en María, su papel como refugio de los pecadores, consuelo de los afligidos, ayuda de los cristianos, madre de la misericordia, reina de la paz, estrella del mar, madre de la divina gracia, y reina de los cielos y la tierra.
Nos unimos en oración con fe y devoción, con la confianza de que la Virgen María nos escucha y nos lleva ante la presencia de Dios. Que cada palabra que pronunciemos y cada pensamiento que tengamos durante esta novena sea un testimonio de nuestro amor y nuestro compromiso con nuestra fe.
Primer Día: Confianza en María de las Mercedes
Iniciamos esta novena agradeciendo a la Virgen María por su constante intercesión y protección. A través de su divino hijo, Jesucristo, te pedimos, Santa Madre, que nos des la gracia de la confianza absoluta en tu bondad y misericordia.
Oración del día: «Madre amada, María de Las Mercedes, intercede ante Dios por nosotros. Aumenta nuestra confianza en tu maternal protección y guíanos a través de la vida con amor y bondad. Amén.»
Segundo Día: María, Refugio de los Pecadores
Hoy reflexionamos sobre el papel de María como refugio de los pecadores. Te pedimos, Madre Misericordiosa, que nos concedas el don de la contrición y la gracia de la reconciliación.
Oración del día: «Santa María de Las Mercedes, refugio de los pecadores, ruega por nosotros. Concédenos el don del arrepentimiento y la gracia de la reconciliación con Dios y nuestros hermanos. Amén.»
Tercer Día: María, Consuelo de los Afligidos
Este día reflexionamos sobre la gran consolación que María proporciona a los afligidos. Te pedimos, Virgen Consoladora, que alivies todas nuestras preocupaciones y dolores.
Oración del día: «María de las Mercedes, consuelo de los afligidos, intercede por nosotros. Alivia nuestras cargas y llena nuestros corazones con tu paz divina. Amén.»
Cuarto Día: María, Ayuda de los Cristianos
Hoy meditamos sobre la ayuda incesante que María proporciona a los cristianos. Te pedimos, Madre amada, que nos des la gracia de la perseverancia en nuestra fe.
Oración del día: «Santa María de Las Mercedes, ayuda de los cristianos, fortalece nuestra fe y nuestro compromiso con Cristo. Amén.»
Quinto Día: María, Madre de la Misericordia
En el quinto día de esta novena, reflexionamos sobre el inmenso amor misericordioso de María. Te pedimos, Madre Misericordiosa, que nos otorgues un corazón lleno de misericordia hacia los demás.
Oración del día: «Santa María de Las Mercedes, Madre de la Misericordia, llena nuestros corazones con tu amor y misericordia para que podamos extenderlo a nuestros hermanos. Amén.»
Sexto Día: María, Reina de la Paz
Hoy meditamos sobre el papel de María como Reina de la Paz. Te pedimos, Madre de la Paz, que nos concedas la gracia de vivir en armonía con todos nuestros hermanos.
Oración del día: «Santa María de Las Mercedes, Reina de la Paz, concédenos la gracia de vivir en paz con todos nuestros hermanos. Amén.»
Séptimo Día: María, Estrella del Mar
En este día reflexionamos sobre María como la Estrella del Mar, quien guía a los navegantes en medio de las tempestades de la vida. Te pedimos, Virgen María, que nos guíes por los mares turbulentos de nuestra existencia.
Oración del día: «Santa María de Las Mercedes, Estrella del Mar, guíanos a través de las tormentas de la vida y ayúdanos a alcanzar la paz y la serenidad en medio de las pruebas. Amén.»
Octavo Día: María, Madre de la Divina Gracia
En el octavo día de nuestra novena, meditamos sobre María como la Madre de la Divina Gracia. Te pedimos, Madre llena de gracia, que nos concedas la gracia de vivir cada día en conformidad con la voluntad de Dios.
Oración del día: «Santa María de Las Mercedes, Madre de la Divina Gracia, ayúdanos a vivir cada día de acuerdo con la voluntad de Dios, y a recibir con gratitud las gracias que nos otorga. Amén.»
Noveno Día: María, Reina de los Cielos y la Tierra
En el último día de nuestra novena, reflexionamos sobre María como la Reina del Cielo y la Tierra. Te pedimos, Virgen María, que nos guíes a la vida eterna en el cielo junto a ti y tu divino Hijo.
Oración del día: «Santa María de Las Mercedes, Reina de los Cielos y la Tierra, guíanos hacia la vida eterna y ayúdanos a vivir de tal manera que podamos compartir la alegría del cielo contigo. Amén.»
Conclusión de la Novena
Concluimos esta novena agradeciendo a María, la Virgen de las Mercedes, por su constante intercesión. Te rogamos, Santa Madre, que nos ayudes a recordar siempre tu amor y misericordia, y a buscar tu protección en todos los momentos de nuestra vida. Amén.
Nota: En cada día de la novena, es aconsejable rezar también un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria después de la oración del día, en honor a la Virgen de las Mercedes.
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